
Desintoxicar el Cuerpo y la Mente
Desde la segunda guerra mundial estamos expuestos a cerca de 84,00 sustancias químicas nuevas derivadas de la industria petroquímica, de las cuales solo 8000 han sido estudiadas. Estas incluyen el cloro del agua, pesticidas, fungicidas, fertilizantes, plásticos y sus derivados, teflón, metales como mercurio, plomo, arsénico, talio, aluminio, flúor, y muchos otros.
Todos tenemos un sistema biológico de desintoxicación pero este no ha cambiado en los últimos 10,000 años y en la actualidad está totalmente rebasado por esta carga tóxica, que se calcula es de 30,000 a 50,000 veces mayor a la que estaban expuestos nuestros abuelos. A esto se suman la cantidad de medicamentos que tomamos y que también tienen que ser procesados por nuestro sistema de desintoxicación.
Algunas de estas toxinas son cancerígenas; otras son disruptores endócrinos, o sea que engañan a las diferentes glándulas del cuerpo haciéndoles creer que son hormonas y causando síntomas de menopausia, hipotiroidismo, ovario poliquístico, miomas uterinos o infetilidad; otras son neurotóxicas; otras causan alergias; enfermedades inmunológicas; fibromialgias; cansancio crónico y depresión.
Contamos con tratamientos generales de desintoxicación así como con protocolos de quelación, o sea de eliminación de metales del cuerpo, a base de nutrición y suplementos que estimulan a los órganos desintoxicadores del cuerpo.
Iniciamos siempre con la optimización de la salud del tubo digestivo por el papel tan importante que tienen el hígado y el intestino en la eliminación de las sustancias tóxicas que se acumulan en el organismo.