
Equilibrar las Hormonas
Al estudiar los niveles hormonales del organismo es importante considerar todas las glándulas endócrinas del cuerpo pues estas funcionan en conjunto, como lo haría una orquesta. Todas las glándulas se relacionan entre sí, de manera que no se pueden tratar aisladamente.
Estas incluyen:
- las hormonas sexuales (estrógenos, progesterona, testosterona, prolactina)
la tiroides - las paratiroides
- las glándulas suprarrenales
- el páncreas
En el tratamiento de la menopausia y la andropausia, no utilizamos hormonas de caballo ni hormonas sintéticas, responsables de la gran mayoría de síntomas y problemas relacionados con los tratamientos hormonales, sino únicamente hormonas bioidénticas, o sea idénticas a las producidos por el cuerpo humano.
También consideramos las hormonas presentes en las sustancias tóxicas (disruptores endócrinos), en el agua y los alimentos, en los plásticos y los alimentos transgénicos. Estos son responsables de problemas como los ovarios poliquísticos, los miomas uterinos, la infertilidad y los cánceres del aparato reproductor.
Estudiamos la salud del tubo digestivo pues este es un órgano desintoxicante muy importante y cuando no está saludable no permite la eliminación de sustancias tóxicas ni de hormonas y contribuye a la predisposición a diferentes tipos de cáncer.
El cansancio y la falta de energía se deben frecuentemente al desequilibrio del eje formado por la tiroides y las glándulas suprarrenales. La llamada “fatiga suprarrenal” es muy frecuente en nuestros tiempos y se asocia al estrés crónico, a la menopausia y a la andropausia. Es importante corregirla para recuperar niveles normales de energía y vitalidad.
En nuestras valoraciones no buscamos niveles hormonales “dentro de límites normales”, lo cual puede ser insuficiente para la mayoría de las personas, sino niveles hormonales óptimos, para tener un estado de salud óptimo.