
Manejo no Farmacológico de Enfermedades Autoinmunes
La función del sistema inmunológico es proteger al organismo de agentes externos dañinos como virus, bacterias, parásitos, hongos o células cancerosas.
Sin embargo hay situaciones en las que el sistema inmunológico, en vez de cumplir con su función normal de proteger el cuerpo contra elementos dañinos provenientes del medio externo, ataca a las células del propio cuerpo. Estas son las llamadas enfermedades autoinmunes.
Hay muchas enfermedades autoinmunes: la artritis reumatoide, cuando ataca a las articulaciones; la tiroiditis de Hashimoto, cuando ataca a la glándula tiroides; el lupus eritematoso sistémico, cuando el ataque se dirige hacia varios órganos como piel, corazón, articulaciones, hígado, riñones y otros; y muchas otras. Los órganos atacados se inflaman, duelen y pierden su función.
En el mundo occidental hay actualmente una epidemia de enfermedades autoinmunes. Esto ¿a qué se debe? La medicina tradicional no tiene respuesta a esta pregunta.
La medicina tradicional trata estas enfermedades con antiinflamatorios, cortisona e inmunosupresores, medicamentos que solo tratan las consecuencias de la enfermedad pero no la causa y que tienen múltiples efectos colaterales. Son lo que llamaríamos “curitas farmacológicos”, que de ninguna manera tratan el problema de fondo.
En cambio la medicina funcional busca el origen del problema y ofrece un manejo dirigido hacia este origen, el cual es mas eficiente y mucho menos agresivo.
El sistema inmunológico no se encuentra distribuido en forma equilibrada por todo el cuerpo, si no que el 70% se encuentra concentrado en la zona del intestino. Esto se debe a que la superficie del intestino delgado, si lo estiramos todo, es del tamaño de una cancha de tenis. Motivo por el cual todo lo que sucede en el intestino afecta profundamente al sistema inmunológico: la composición de la flora intestinal, la integridad de las células intestinales, los alimentos y las sustancias tóxicas que ingerimos. Cuando este equilibrio e integridad se pierden, el sistema inmunológico se ve sobre-estimulado, causando problemas como alergias, inflamación y enfermedades autoinmunes.
El manejo que ofrece la medicina funcional incluye por lo tanto la optimización de la flora intestinal y de la alimentación, la restitución de la salud de las células intestinales, la eliminación de toxinas del cuerpo y el soporte nutricional del sistema inmunológico. Todo esto lleva a un sistema inmunológico “mas tranquilo” que deja de agredir al propio cuerpo.